¡Los agentes de seguros tenemos tantas historias que contar!

Algunas son enseñanzas increíbles sobre la prevención y otras son tan trágicas como: “Quisiera contratar un seguro para mi mamá para que le atiendan el cáncer”

Por más años de experiencia que se tenga en el mundo de los seguros, no existe una forma de lidiar con una notica tan desgarradora.
Peor aún; tratar de explicarle a las personas que desafortunadamente los seguros no funcionan de esa manera.
Por eso es tan importante que hagamos del conocimiento de las personas que el tiempo indicado para asegurarse es antes de que se necesite.

¡Yo siempre digo, los seguros para las personas se compran con salud y juventud, y se pagan con dinero!

En los más de 20 años de experiencia que llevo en el mundo de los seguros, he aprendido a transmitir la idea de que debemos estar un paso adelante y tomar acciones antes de que las cosas sucedan. 
La experiencia nos ha enseñado que esto debería ser una cuestión de sentido común.

Uno no empieza a cerrar con llave su casa hasta después de que te roben, lo haces siempre antes de salir.
Un seguro de gastos médicos mayores funciona igual; Debemos asegurarnos a temprana edad y cuando tenemos salud para que el día que lo necesitemos cumplamos con los requisitos de cobertura necesarios para atender nuestra enfermedad.

Un cambio de conciencia y un ejercicio personal puede cambiar totalmente el panorama de una eventualidad médica para la persona afectada y sus familiares. Sin pretender sonar alarmista, puedo decir con toda la experiencia que me respalda que no es lo mismo vivir una enfermedad con la tranquilidad de poder costearla económicamente, a vivir la enfermedad sumada a la constante preocupación de tener para el tratamiento siguiente, y eso en el mejor de los casos. 

En México, solo el 10% de las personas cuentan con un seguro de gastos médicos y 20% con un seguro de vida.

¿Cómo se atiende la población que no entra en esta estadística? Me gustaría pensar que no cuentan con un seguro por que están preparados económicamente para hacer frente a una situación de este tipo, pero tristemente no es así.

A pesar de que el optimismo es una virtud en la mayoría de los casos, no debemos confundir esto con la falta de prevención.
¡Las cosas suceden; PUNTO!

Tenemos la obligación de hacernos cargo de nosotros mismos, y ser responsables de las consecuencias que tiene enfermarnos, o fallecer sin dejar las cosas preparadas al dejar gente que depende de nosotros, como por ejemplo los hijos o padres.

No es una excusa la falta de información para o desconocimiento de las opciones que hay en el mercado para no dar este paso tan importante, Siempre hay una opción que se ajusta a nuestras necesidades.

Se el dueño de tu calidad de vida y la de los tuyos; el primer gran paso comienza acercándote a un agente de seguros.

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Infórmate, asegúrate y vive tranquilo.

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